Nos encontramos ante una buena guía de estudios para cualquier evangelizador ya que trata un tema tan crucial como es el de la transmisión de la fe y, a la vez, tan decisivo en el momento histórico-eclesial que vivi-mos. Cambian los canales tradicionales de transmisión de la fe y la catequesis tantas veces se convierte en despertadora de una fe que no existe o está aletargada. Por eso el libro aborda la necesidad de prepararse para el trato con los alejados de la fe, así como los elementos de la transmisión del Evangelio, destacando el decálo-go del catequista. También agrupa muchos textos sobre evangelización y catequesis del Magisterio de la Iglesia.

Aunque la tarea evangelizadora de la Iglesia no les competa exclusivamente a los sacerdotes, sino a todo el pueblo de Dios, el sacerdote desempeña, sin embargo, una tarea insustituible. Teniendo en cuenta que son el signo visible del amor del Corazón de Jesús en el mundo, cada sacerdote debe ser "un corazón que se con-mueva delante de las heridas y de los sufrimientos espirituales, morales y corporales de cada hombre o mujer a ejemplo de Jesús, Buen Pastor. Por ello los fieles tienen, derecho de buscar y encontrar en el sacerdote al hom-bre de Dios, al consejero, al medidor de paz, al amigo fiel y prudente y al guía seguro, en quien se pueda confiar en los momentos más difíciles de la vida para hallar formación, consuelo y firmeza. Pero también, en cada Igle-sia local, todos hemos de esforzarnos para que el Seminario sea una verdadera familia, una auténtica comuni-dad y semillero de discípulos, que vivan la alegría del seguimiento de Cristo y en la que resplandezca el Espíritu del Señor y el amor a la Iglesia

En los escritos de este Santo trapense hay profundidad, sencillez y cercanía en cada una de sus páginas. Y sobre todo, santidad y humanidad. De hecho, está extendiéndose por todo el mundo y han contagiado a muchos que se entretienen leyéndolos. A todos, pero especialmente a los jóvenes, transmiten luz, vida, amor, entrega, generosidad, paz, mucha paz... El secreto está en que, como asegura Rafael, "mis escritos son... oraciones a Dios".
Quizá convenga, por tanto, presentar esta faceta de su mensaje a lo divino, expniendo al mundo de hoy a Rafael "de rodillas", es dcir, orando, dialogando con Dios, hablándole de tú a tú. Es fácil hacerlo: "Hoy mi oración ha estado -confiesa-en la punta de mi lápiz..."

Este libro está escrito a la sombra del Santuario de la Virgen de Argeme, patrona de Coria, imagen y lugar con los que ha tenido infinidad de delicadezas en el breve espacio de tiempo como el que lleva al frente de esta diócesis. El tema de este libro, como no podía ser por menos, trata de María desde su título hasta su última página. Los textos sagrados referidos a Ella son el punto de partida y la fuente donde bebe mediante reflexiones de hondo calado doctrinal. Su deseo: el de incrementar en el lector su devoción mariana, y de este modo facilitarle su camino hacia el Hijo, a la par de proporcionarle un gozo espiritual garantizado.

Sirvan estas breves líneas para iniciar una lectura apasionante sobre la figura de María y sobre el pasaje de San Lucas. Según nos cuenta en su Evangelio, una vez anunciada la buena nueva por el ángel Gabriel, y otorgado su consentimiento, "María... se puso en camino y fue deprisa... a la montaña". La teología de Mons. Francisco Cerro Chaves, su reconocida devoción mariana, su capacidad intelectual plasmada en abundantísima bibliografía y su experiencia adquirida a lo largo de una dilatada actividad pastoral nos ayudarán, sin duda, a reencontrarnos y reconfortarnos con la figura de María, en su actitud de servicio a la Mi-sión de Jesús y del prójimo

Los papas -aquí citamos desde León XIII a Benedicto XVI- nos vienen hablando reiteradamente del culto y amor al Corazón de Jesús como de un signo providencial para vivir la fe en nuestros días. En él encontrare-mos el mejor antídoto para el secularismo dominante, para la tibieza de la fe y del amor, y para el equilibrio ante tantas desviaciones como nos amenazan. Este Corazón es el “catecismo vivo” donde aprender todas las verdades de fe relativas a Cristo. Por ello sigue siendo, según el magisterio pontificio, el camino más seguro para ir construyendo la civilización del amor.

El salmo del Buen Pastor expresa siempre “los sentimientos del Corazón de Cristo” que “da la vida por sus ovejas”. Una clave de este Salmo es que el Buen Pastor “conoce a las ovejas y la ovejas le conocen a Él”. Esta intuición recorre este libro, que puede ser útil con motivo de la Visita Pastoral que realiza el obispo en su Dióce-sis, como un acercamiento a su rebaño, para confirmar en la fe, en la esperanza y en la caridad y sobre todo como expresión de la comunión de toda la Iglesia.

En un momento en que la vida consagrada pasa por una delicada etapa de su larga historia, el autor se acer-ca a ella desde el icono de la Transfiguración del Señor, “el más hermoso de los hijos de los hombres”, pues lo considera base para entender esta vocación particular de la misericordiosa y extraña seducción ejercida por su “belleza divina”, de ahí que pase a desglosar con sumo acierto las tres grandes verdades que fundamentan este pasaje evangélico y este tipo de vida: “qué bueno” … “es estar contigo” … “aquí”.

El autor, desde la sencillez que le caracteriza, nos presenta estas pequeñas parábolas con corazón grande, sencillas en la forma y ricas enel contenido, como pistas para redescubrir e impulsar en este momentounos valores concretos. -

Pocos recursos pastorales tan utilizados hoy, como este de las parábolas y cuentos. Máxime, si nacen de una experiencia viva y continuada de unos jóvenes como éstos de la diócesis de Valladolid. Garantizamos que cada relato aumentará tu asombro y tu emoción.